
La firma cumplió su misión: a casi dos años de su llegada al punto más austral del país, su línea de impresoras, que se caracteriza por tener los conceptos de «Economía» y «Tanque», demostró ofrecer un rendimiento eficaz.
“Más de un año y medio de uso diario sin recargar y funcionando correctamente. No tuvieron que preocuparse en ningún momento por la tinta, que parecía no acabarse nunca”, explica Juan Carlos Luján, Presidente de la Fundación Marambio.
Tal como comenta la firma, el objetivo fue desafiar las barreras meteorológicas más extremas, como parte de una iniciativa “Reto EcoTank”, en donde se propusieron enviar su línea de equipos a destinos remotos y de difícil acceso en toda Latinoamérica. Por ejemplo, la Base Marambio, estación argentina donde se llevan a cabo múltiples programas de investigación de distinta índole científica (geológica, geofísica, paleontológica y ecológica, entre otras), ubicada en la Antártida Argentina, es un lugar donde se imposibilitan el acceso frecuente, y se limitan los accesos a insumos y repuestos.
Como explica Epson, la L355 funciona como un sistema de impresión que reemplaza los tradicionales cartuchos por botellas de tinta, lo cual otorga al equipo un rendimiento superior, a un menor costo.“Aceptamos el reto Ecotank y esta impresora, porque con temperaturas hasta de 30º bajo cero y fuertes vientos, ya no tenemos que preocuparnos por reponer la tinta”, aseguran desde la Dotación Anual Antártica.
Tras superar este desafío, la firma supera las barreras de lo extremo en destinos inhóspitos, usando sus impresoras con tinta que, según las pruebas realizadas, parece inagotable.