El canal mayorista adecua los precios a las nuevas restricciones

Como consecuencia de las nuevas medidas restrictivas para el acceso a la compra de dólares, los mayoristas IT han comenzado a despachar pedidos pero adoptaron diferentes políticas en sus respectivas listas de precios, que también varían de acuerdo con cada marca. En esta nota les contamos los detalles de lo que está ocurriendo por estos días y por qué.

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Como ya contamos en este medio, el jueves por la noche el BCRA dispuso nuevas medidas restrictivas para acceder a la compra de dólares tanto para empresas como para personas físicas, una medida que tiene como fecha límite el 30 de junio. Ante la incertidumbre generada, los mayoristas no tuvieron otra opción que suspender las entregas de productos hasta obtener mayores detalles por parte de los bancos.

El primer punto a tener en cuenta es que todo el canal mayorista se ve afectado, de una u otra manera, por esta «cuarentena» para el acceso al dólar. De hecho, el 80% de las empresas importadoras del país han quedado afuera del mercado de cambio. 

De acuerdo con fuentes consultadas por ENFASYS, cada mayorista ha tomado sus propias medidas; de esta manera, mientras muchos se fueron al dólar “Contado con Liqui” para pagar sus importaciones, con una cotización que ronda los $110, otros lo hicieron al dólar blue (hoy a $123, es decir 53,71% arriba del oficial) y hubo casos que tomaron como referencia el dólar solidario (hoy a $92,30, ya que incluye el impuesto PAIS del 30%), para cubrirse de una posible devaluación de la moneda. Todo comenzará a definirse a partir del 12 de junio próximo, plazo extendido para el acuerdo con los bonistas para definir la reestructuración de la deuda. 

Los que apuestan al «contado con Liqui» no podrán acceder al Mercado Único y Libre de Cambio (MULC) por 90 días, por lo que, en caso de que se libere esta medida restrictiva  –aunque sea de manera parcial– el próximo 1 de julio, quedarán en desventaja con respecto al resto. Es por esto que en algunos casos se decidió por el mercado no oficial de acceso a la divisa extranjera. Claro está, todo lo regulará el mercado, y se terminará definiendo por una cuestión oferta-demanda.

De esta manera, las empresas que cuentan con activos líquidos en el exterior pueden utilizarlos para pagar sus importaciones, con lo cual pueden mantener sus precios al dólar BNA (hoy a $70.50) ya que no requieren acceder a la divisa en el mercado local. Pero este no es el caso de los mayoristas. Sin embargo, sí existen algunas marcas grandes que importan directo que no aumentarán los precios de sus productos localmente –como Epson, Dell, Vertiv, Lexmark y Philips–, pero son excepciones.

Una fuente del mercado nos lo explicó claramente: «Hay que aguantar esta ‘cuarentena’ y por eso el Central nos dejó esa ventanita de los anticipos de US$ 250.000». La referencia es a lo que informa la Comunicación «A» 7030, que exceptúa “la realización de pagos de importaciones con registro aduanero pendiente en la medida que el monto pendiente de regularización por parte del cliente por pagos semejantes realizados a partir del 01.09.19 no supere el equivalente US$ 250.000, incluido el monto por el cual se solicita el acceso al mercado de cambios.” 

Es decir que la empresa en cuestión puede pagar hasta US$ 250.000 de anticipo –a las que nunca operaron con esta modalidad les pone algunas trabas, solicitándole más información sobre la mercadería y razón de la compra–, y luego de terminar todo el ciclo, que incluye el ingreso de mercadería, pago de impuestos y oficialización presentando el despacho en el banco, se puede volver a girar. Pero este proceso puede demorar al menos una semana, lo que a ciertos mayoristas no les permite cubrir el volumen normal de sus negocios. 

El quid de la cuestión

La principal traba de la Comunicación “A” 7030 consiste en la ecuación entre importación oficializada 2020 vs pago en 2020. Por poner un ejemplo, si una empresa, desde el 1 de enero pasado, compró, ingresó, pagó impuestos y oficializó mercadería por US$ 1.000.000, pero pagó US$ 1.300.000 , hasta que no equilibre esa balanza con el ingreso de más mercadería por esos US$ 300.000 de diferencia no puede volver a pagar. La cuestión es que la mayoría de los mayoristas tienen esta ecuación desbalanceada pero por el hecho de haber pagado deuda de 2019. La única solución en esos casos es pedir crédito al proveedor, pero asumiendo el gran riesgo de generar deuda en dólares en estos momentos de incertidumbre, por lo que no parece ser una salida tentadora.