En marzo pasado, la Cámara Argentina de la Industria del Software (CESSI) anunció su nueva Comisión Directiva, bajo la presidencia de Pablo Fiuza, CEO y fundador de QServices. Licenciado de Análisis de la Información por la UBA (en tiempos en los que se comenzaba a instituir lo que hoy es la carrera de Ingeniería Informática), Fiuza fue también el creador, hace doce años, del Proyecto DANE, que construía aplicaciones para personas con discapacidades intelectuales y auditivas. “Eso explotó, así que terminé armando una fundación, la Fundación TINC (Tecnología para la Inclusión Social) con la que terminamos haciendo varios proyectos”, recuerda.
Fue por esos años que comenzó el vínculo con la CESSI, donde ocupó varias posiciones (y también en el Polo IT Buenos Aires). “También estoy trabajando con ACNUR, para ayudar a los refugiados”, agrega Fiuza, para quien la tecnología al servicio del prójimo resulta apasionante.
La coyuntura actual
Algunos números de la industria del Software en la Argentina ayudan a entender el contexto. Se estima que el sector genere de 6000 a 8000 puestos de trabajo durante 2024, que serán cubiertos con los talentos IT nacionales. Las oportunidades de la industria mantienen condiciones altamente competitivas, como por ejemplo una media de salarios por arriba de la inflación y superiores a la Canasta Básica Familiar.
En términos de exportaciones, a julio de 2023, la industria del software representó el 31,9% de las exportaciones de los servicios basados en el conocimiento y el 2,7% de las exportaciones totales de bienes y servicios de Argentina. Se estima que para este 2024, las exportaciones de servicios IT continúen creciendo alcanzando casi US$ 3000 millones en materia de exportación de software y servicios informáticos.
Temas como la inflación, los sueldos, la brecha cambiaria o la alta rotación del personal plantean desafíos a muchas de las empresas locales. Con todo, en el caso de la industria del Software, para Fiuza el balance sigue dando positivo. “La realidad es que cuando uno ve los últimos diez o quince años, la industria del software ha crecido permanentemente. Y esto se ve en términos de facturación y de exportación, pero también de generación de empleo”.
“Este año vamos a generar empleo –asegura–, vamos a crecer en exportaciones, vamos a crecer en facturación y seguramente también creceremos en empresas, en mayor o menor medida. Hoy somos unas 5.700 empresas, y seguramente seremos algunas más a fin de año”. Uno de los puntos a favor que observa en este mar cambiante es el achicamiento en la brecha cambiaria, que probablemente impulsará las exportaciones, y tal vez achique la cantidad de recursos profesionales trabajando para el Exterior.
Se estima que para este 2024, las exportaciones de servicios IT continúen creciendo alcanzando casi US$ 3000 millones en materia de exportación de software y servicios informáticos.
Consultado sobre el contacto con los funcionarios y otros interlocutores gubernamentales, Fiuza admite haber tenido varias reuniones, con resultado aparentemente positivo en lo que refiere a la continuidad de la Ley de la Economía del Conocimiento y la búsqueda de que nuevas empresas se vean beneficiadas por ella, pero también en relación con posibles mejoras en su reglamentación.
“Otra cosa que hablamos con las autoridades es acerca de la falta de talentos. Y ahí pareciera ser, por las primeras charlas que tuvimos, que también hay una idea de continuar y mejorar incluso algunos programas de capacitación. Fuimos convocados a participar de estas reuniones y estamos aportando lo que necesitaríamos desde la industria”, explica el Presidente de la CESSI.
«… la industria del software ha crecido permanentemente. Y esto se ve en términos de facturación y de exportación, pero también de generación de empleo”.
“Está claro que es un cuello de botella que tenemos desde la industria –agrega–. Y, más allá de los esfuerzos que hace la industria, me parece que está bueno que desde el Estado se acompañe”.
Para Fiuza, las perspectivas para lo que resta de 2024 son buenas, aunque el primer semestre se presente difícil. De hecho, y a pesar de la que industria del Software parece moverse en dirección contraria del Consumo, que está en retroceso, Fiuza admite que ese movimiento también podría repercutir en la industria del Software, porque se pueden cortar algunos proyectos. “A pesar de todo, creemos que en el segundo semestre la Microeconomía va a cambiar. Nuestra industria va a crecer de todos modos. Y vamos a generar empleo”, asegura.
Industria abierta
“En la Industria tenemos dos grandes eventos, y un tercero que es un poco más chico”, aclara Fiuza en referencia a los eventos convocados por la CESSI. El primero de ellos, muy relevante a causa de los desafíos que plantea la gestión de talentos en la industria del Software se suele hacer a mitad del año: el Talent Summit. A finales de 2024 estarán llegando los Premios Sadoski, que este año cumple dos décadas. El tercero, fue celebrado en abril, del 18 al 20, en la ciudad de Bariloche: el Encuentro Empresarial de la Industria de Software. Este año, el leit motiv fue “Reinventando la Industria del Software en la era de la Inteligencia Aumentada”.
«Estamos en un momento crucial para la industria del software en Argentina. Somos un motor de la economía del país y este encuentro es una oportunidad única para reunir a los líderes del sector, compartir visiones y trazar un camino conjunto hacia la innovación y la competitividad a nivel global”, dijo Fiuza con motivo de dicho encuentro.
En este contexto, la capacitación juega un papel fundamental. Es el gran habilitador para que los jóvenes tengan sus primeros trabajos en el sector, pero también para que otros trabajadores de otros segmentos del mercado con menos empuje se reconviertan. Fiuza reconoce que hay programas a nivel jurisdiccional, particularmente los de “primer empleo” y también admite el impulso que a escala nacional implica la vigencia de la Ley de la Economía del Conocimiento (sobre todo al incluir los sueldos de primer empleo en el sector como inversión de capacitación). “No tenemos números, pero me animo a decir que, en muchas industrias, el 10% de su planta de empleados vienen de primer empleo. Eso es loable en nuestra industria”.
«A pesar de todo, creemos que en el segundo semestre la Microeconomía va a cambiar. Nuestra industria va a crecer de todos modos. Y vamos a generar empleo».
“Esto no sólo genera el talento que necesita la industria. Ahí tenés un montón de historias de ascenso social. Según las estadísticas, el sueldo promedio en nuestra industria es cinco veces el promedio del resto de las industrias. Estamos hablando de una industria que paga muy bien, y que además tiene un grado de informalidad muy bajo. Son empleos muy calificados”, asegura Fiuza, para quien «tenemos muy pocas barreras para la evolución de la industria del Software. Si un adolescente no sabe qué estudiar, hay que avisarle que en esta industria necesitamos entre 8.000 y 10.000 personas por año”.
La impronta de una gestión hacia la comunidad
Fiuza reconoce que el primer rol de la cámara es representar a la industria, “y está clarísimo que nosotros tenemos que hacer crecer esta industria, que (siempre digo lo mismo) es hacer crecer el país”. Sin embargo, el nuevo Presidente de la CESSI quiere ir un poco más allá. “Creo que también tenemos que darle otra impronta de connotación social, lo cual tiene muchos aspectos”.
“Por ejemplo –cita–, desde el punto de vista del empleo, en la Cámara tenemos un espacio que tiene que ver con Talento. Tenemos un programa que se llama SaaF, que quiere decir Software as a Future. Y algo que hace mucho la Cámara es dar charlas de sensibilización en los colegios secundarios. También trabajamos cerca de la Academia para ayudar a armar los planes de estudio. Y no sólo para orientarlos a lo que necesitan las empresas de software, sino también para anticipar lo que vendrá. Todo esto tiene que ver con la impronta que me gusta darle a la gestión de la Cámara, que es abrirla a la comunidad”. De hecho, Fiuza considera que es importante tomar un rol activo de divulgación dentro de la comunidad, en temas tecnológicos inherentes a la industria como la IA. “Tenemos que hablarle a la comunidad, explicar de qué va la tecnología. Muchos se preguntan si con la IA se van a quedar sin trabajo. Podemos responder esas preguntas”. Para el funcionario es una forma de explicar dónde están paradas y hacia dónde van las empresas del sector. “¡Cuánto les cuesta a otras industrias entender lo que pasa en la nuestra!”, se lamenta.
“La Cámara tiene 40 años, pero sigue siendo relativamente nueva. Creo que lo que hemos hecho bien fue consolidar la industria, pero ahora tenemos que ayudar a darle visibilidad”, sintetiza.
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