La infraestructura de TI de las empresas debe estar preparada para las nuevas tecnologías, afirma Red Hat

Con Red Hat Enterprise Linux 10, la compañía destaca la urgencia para que las organizaciones públicas y privadas se modernicen ante los avances en inteligencia artificial y la computación cuántica.

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Los avances tecnológicos se aceleran a un ritmo sin precedentes. Mientras muchas empresas aún se esfuerzan por adaptarse al impacto de la inteligencia artificial, el mercado ya se proyecta hacia nuevas olas disruptivas, como la computación cuántica, que comienza a emerger con fuerza. Estas tecnologías no solo están moldeando el presente, sino que prometen transformar profundamente el futuro de las organizaciones y de la sociedad en su conjunto. Sin embargo, para que estas innovaciones generen un impacto real y positivo, existe un requisito previo fundamental —a menudo pasado por alto—: una infraestructura de TI robusta, flexible y preparada para lo que viene.

Invertir en una base tecnológica sólida es fundamental para que las empresas logren una transición efectiva entre entornos de TI heredados y modernos. Así, podrán maximizar el valor de las herramientas actuales mientras se preparan para las innovaciones que están por venir. Como líder global en soluciones open source, Red Hat sostiene que las organizaciones deben atender las necesidades del presente sin perder de vista una estrategia de futuro. El primer paso para mantenerse a la vanguardia es elegir un sistema operativo robusto, capaz de sostener y potenciar todo el stack tecnológico de la empresa.

Red Hat Enterprise Linux (RHEL) desempeña un papel esencial en este escenario. Con más de 25 años de trayectoria y presencia en el 100 % de las empresas de telecomunicaciones, banca, retail y tecnología que integran la lista Fortune Global 500, este sistema operativo líder del mercado ha sabido evolucionar constantemente para responder —e incluso anticiparse— a las exigencias de las organizaciones modernas. Ahora, con el recién anunciado lanzamiento de Red Hat Enterprise Linux 10 (RHEL 10), Red Hat no solo presenta una evolución técnica, sino una solución diseñada para enfrentar de manera directa las grandes fuerzas de transformación que hoy impactan a empresas de todo el mundo.

Germán Soracco, Vicepresidente del Segmento Comercial para Latinoamérica en Red Hat.
Germán Soracco, Vicepresidente del Segmento Comercial para Latinoamérica en Red Hat.

La tecnología debe estar donde ocurrirá el futuro, no solo donde se encuentra hoy. RHEL 10 nace a partir de esa visión. Hablamos de inteligencia artificial generativa, seguridad en un mundo post-cuántico, nube híbrida y una creciente escasez de talento técnico. Nuestra misión es ayudar a las empresas a prepararse para estos desafíos con una base tecnológica confiable y resiliente, afirma Germán Soracco, Vicepresidente del Segmento Comercial para Latinoamérica en Red Hat.

La inteligencia artificial como aliada

La inteligencia artificial irrumpió en el mercado con la promesa de ser tan revolucionaria como lo fue la máquina de vapor en su época. Según una investigación de McKinsey, su potencial a largo plazo podría generar hasta 4,4 billones de dólares en crecimiento adicional de productividad a través de casos de uso empresarial. Sin embargo, convertir esa proyección en una realidad concreta depende de múltiples factores —entre ellos, cuán preparada está la infraestructura de TI de una organización para adoptar e implementar soluciones de IA de manera efectiva.

Alejandro Dirgan, gerente senior de Red Hat Enterprise Linux para Latinoamérica en Red Hat.
Alejandro Dirgan, gerente senior de Red Hat Enterprise Linux para Latinoamérica en Red Hat.

La inteligencia artificial está en el corazón de la estrategia empresarial moderna. Pero sin una base sólida, es como construir un rascacielos sobre arenas movedizas. Con RHEL 10, queremos ser ese cimiento que permita a las organizaciones impulsar una innovación estratégica y sostenible, afirma Alejandro Dirgan, gerente senior de Red Hat Enterprise Linux para Latinoamérica en Red Hat.

El ejecutivo detalla que Red Hat Enterprise Linux 10 incorpora soporte nativo para modelos de inteligencia artificial generativa, además de integración con bases de datos vectoriales que optimizan la precisión de las respuestas. Asimismo, introduce capacidades de computación confidencial, lo que permite trabajar con datos sensibles en los modelos sin comprometer la privacidad ni la seguridad de la información.

También ofrecemos Red Hat Enterprise Linux AI, una versión optimizada del sistema diseñado para ejecutar, probar y escalar modelos de lenguaje. Su base confiable, segura y estandarizada es lo que permite llevar estas soluciones a producción de manera ágil y simplificada, agrega Dirgan.

Seguridad en tiempos cuánticos

Otra de las grandes diferencias de RHEL 10 es su preparación frente a lo que los expertos ya denominan la crisis de la criptografía. Con el avance de la computación cuántica, los algoritmos de seguridad actuales corren el riesgo de volverse obsoletos en un futuro cercano. De acuerdo con Gartner, para 2029 la criptografía tradicional ya no será segura, y para 2034 podría ser completamente vulnerable a ataques. RHEL 10 incorpora capacidades diseñadas para afrontar este escenario, ofreciendo una base preparada para un mundo post-cuántico.

Thiago Araki, Director Senior de Tecnología para Latinoamérica en Red Hat.
Thiago Araki, Director Senior de Tecnología para Latinoamérica en Red Hat.

Una computadora cuántica puede vulnerar estándares de seguridad que hoy tomarían billones de años en descifrarse, en apenas segundos. Esto cambia por completo las reglas del juego en la protección de datos, afirma Thiago Araki, Director Senior de Tecnología para Latinoamérica en Red Hat.

Conscientes de este escenario a mediano plazo, Red Hat ya ha incorporado algoritmos de criptografía post-cuántica en RHEL 10, adelantándose a los desafíos que plantea la próxima generación tecnológica. Esta implementación cumple incluso con los lineamientos que están siendo discutidos por organismos internacionales como el NIST (Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de Estados Unidos). No se trata de si la computación cuántica afectará a las empresas, sino de cuándo sucederá. Para nosotros, la mejor defensa es la prevención proactiva, ya que las empresas que no comiencen a prepararse hoy serán vulnerables en pocos años, advierte Araki.

Conteniendo la deriva

La aceleración tecnológica no sólo transforma los modelos de negocio, también aumenta la presión sobre los equipos de infraestructura. Presupuestos limitados, escasez de talento especializado y la necesidad de garantizar la disponibilidad continua de los sistemas operativos convierten la gestión de entornos de TI en una tarea cada vez más crítica y compleja. Frente a este panorama, las organizaciones requieren una base tecnológica que combine robustez, automatización y simplicidad operativa, reduciendo el margen de error y el esfuerzo manual.

Red Hat Enterprise Linux 10 se presenta como una plataforma diseñada para aliviar esa presión y facilitar la gestión de entornos complejos. RHEL 10 se basa en un enfoque que elimina la complejidad innecesaria y acelera la innovación, haciendo que el sistema operativo sea más accesible incluso para quienes están dando sus primeros pasos. Automatizar procesos críticos y reducir riesgos, sin renunciar a la estabilidad, es nuestra forma de democratizar el acceso a la tecnología de punta, afirma Jorge Payró, Country Manager Argentina, Director Regional SOLA-East de Red Hat.

Esta necesidad de simplificar la gestión, reducir errores y garantizar operaciones ininterrumpidas encuentra una respuesta concreta en la infraestructura contain drift, uno de los avances más significativos de RHEL 10. Este enfoque transforma por completo la manera en que se mantienen y actualizan los entornos de TI. En lugar de aplicar parches y configuraciones manuales —un proceso que requiere alta especialización, que es difícil de escalar y propenso a fallos—, contener la deriva permite reconstruir y reinstalar entornos completos a partir de imágenes previamente validadas.

Esto no solo reduce la complejidad operativa, sino que minimiza el riesgo humano, mejora la seguridad y asegura la continuidad de los servicios, incluso en entornos con recursos limitados. Así, las organizaciones pueden mantener su infraestructura alineada con las demandas del negocio, sin depender de intervenciones constantes ni de equipos sobredimensionados.

Importante para las empresas, pero también para las personas

Para el ciudadano promedio, toda esta transformación tecnológica puede parecer un tema lejano o puramente técnico. Sin embargo, la modernización de la infraestructura empresarial mediante un sistema operativo de vanguardia tiene un impacto directo en la vida cotidiana. Desde la seguridad de los datos bancarios hasta el funcionamiento fluido de las aplicaciones de delivery, pasando por la eficacia de los asistentes virtuales en los centros de atención al cliente, todo depende de la infraestructura de TI que opera detrás del telón.

En este sentido, avances como los que trae RHEL 10 no solo transforman las empresas, sino que también mejoran la experiencia digital de millones de personas. Con el crecimiento exponencial de los dispositivos conectados y el volumen de datos que se generan a diario, cualquier falla en la infraestructura puede traducirse en pérdidas significativas y riesgos concretos tanto para las empresas como para los consumidores.

Con RHEL 10, Red Hat busca asegurar que esta base tecnológica sea lo suficientemente robusta para sostener el presente y anticipar lo que viene. Para la compañía, el camino hacia esa solidez pasa por el poder del código abierto. Cuando combinamos transparencia, colaboración e innovación, podemos anticiparnos a los desafíos y construir soluciones sólidas y preparadas para el futuro, concluye Germán Soracco, Vicepresidente del Segmento Comercial para Latinoamérica en Red Hat.

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