El Gobierno avanzó este martes en nuevas medidas cambiarias para contener la salida de divisas y evitar la caída de reservas internacionales. De esta manera, el Banco Central informó que que los gastos con tarjeta de crédito empezarán a descontarse del cupo de compra de US$ 200 de ahorro. La compra de divisas para ahorro y los gastos con tarjeta tendrán un recargo extra del 35% que podrá deducirse luego del impuesto a las ganancias y bienes personales,o pedir su reintegro a fin de año calendario en caso de no aplicar a dicho tributo.
De acuerdo con el comunicado del BCRA, A los efectos de priorizar la asignación de divisas a la recuperación del crecimiento económico y el empleo, «la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) establece un mecanismo de percepción a cuenta del pago de los impuestos a las Ganancias y sobre los Bienes Personales del 35% para las operaciones de formación de activos externos (FAE) de personas humanas y las compras con tarjetas (débito y crédito) en moneda extranjera».
La iniciativa se propone «mantener el cupo de 200 dólares mensuales vigente, pero desalentar la demanda de moneda extranjera que realizan las personas humanas con fines de atesoramiento y gastos con tarjeta. En el mismo sentido, el BCRA estableció que a partir del 1 de septiembre de 2020 los pagos realizados por los consumos en moneda extranjera con tarjetas de crédito o débito se tomarán a cuenta del cupo mensual. No habrá tope al consumo con tarjetas (débito y crédito) y cuando los gastos mensuales superen el cupo, absorben el de los meses subsiguientes».
Impacto en el canal IT
Consultamos a algunos jugadores del mercado para confirmar lo que el texto del BCRA parece expresar: estas medidas no debería afectar al mercado ya que las importaciones de productos se realizan al dólar oficial. Es más, incluso una fuente de este medio se animó a ver el lado positivo de todo esto, ya que supone que provocará una disminución de la competencia que representan las compras de artículos en forma online en plataformas externas, como Amazon, ya que se tendrán que realizar a un dólar ahora con un incremento del 35% impuesto por estas medidas.
Sin embargo, en estas primeras horas, algunos mayoristas se mantenían expectantes respecto de la cotización del dólar en la apertura de operaciones. Las medidas preventivas pasaron por evitar facturar y enfocarse en entregar los pedidos ya realizados, a solo vender a precio de lista, es decir sin descuentos para grandes compradores, como los canales que comercializan por Mercado Libre.
El dólar minorista cerró este martes en $79,36 pesos, a lo que hay que sumarle el impuesto País de 30% y el nuevo impuesto del 35 por ciento. En lo que respecta al dólar blue, llegó a 145 pesos en las primeras horas del día, es decir un salto, de $14 pesos en la cotización, pero luego se acomodó en $132 para la compra y $140 para a venta. «No está en nuestra intención devaluar. El dólar oficial está en su nivel más competitivo desde 2015 y ningún sector nos reclama un dólar oficial más alto», sostuvo Miguel Pesce, titutar de la entidad monetaria en declaraciones radiales. El dólar «blue» obviamente solo afecta a la adquisición de productos en el mercado negro, lo que también en este caso representa un beneficio para el canal local oficial.
Dialogamos con Pablo Franchimont, Socio y Gerente General en Gezatek, un local de informática que también realiza operaciones de importación, quien confirmó que los importadores de hardware siempre se rigen al dolar mayorista oficial ($ 75,19, aproximadamente), y que «esto sigue igual como hasta ahora, así que no se va a ver afectado el precio de los productos informáticos. Nosotros mismos realizamos importaciones ocasionalmente y se realizan siempre a ese valor».
El entrevistado dijo que «salvo un par de mayoristas menores, que dejaron de vender hoy, el resto sigue todo igual. Así que los precios van a estar todos iguales en el corto plazo, no hay motivos de aumentos y seguiremos cotizando todo como veníamos», sostuvo.
Pago de deudas
En el paquete de medidas también se busca contener el pago de deudas del sector privado, que en los últimos meses generó un drenaje fuerte de dólares. Sin embargo, la medida solo afecta a deudas con entidades financieras externas. En efecto, una de las fuente consultadas confirmó con algunos bancos y todos coincidieron en que con las deudas «viejas» que los importadores aun mantienen con sus proveedores externos y que no pudieron saldar debido a las anteriores medidas tomadas con el BCRA (ver nota) no hay cambios, seguirán con esa problemática y deberán seguir negociando en forma particular. Recordamos que la principal traba de la Comunicación “A” 7030 del 28 de mayo pasado consiste en la ecuación entre importación oficializada 2020 vs pago en 2020. Por poner un ejemplo, si una empresa, desde el 1 de enero pasado, compró, ingresó, pagó impuestos y oficializó mercadería por US$ 1.000.000, pero pagó US$ 1.300.000 , hasta que no equilibre esa balanza con el ingreso de más mercadería por esos US$ 300.000 de diferencia no puede volver a pagar. La cuestión es que la mayoría de los mayoristas tienen esta ecuación desbalanceada pero por el hecho de haber pagado deuda de 2019.
En ese sentido, el comunicado del Central detalla que «en línea con los esfuerzos realizados por el Estado Nacional y luego de haber concretado de manera exitosa el proceso de reestructuración de la deuda soberana en moneda extranjera, el BCRA estableció los lineamientos bajo los cuales las empresas del sector privado podrán iniciar un proceso de renegociación de sus respectivos pasivos externos, que permita acomodar su perfil de vencimientos a las pautas requeridas para el normal funcionamiento del mercado de cambios.»
Bajo este nuevo marco, «se invita a las empresas del sector privado a mantener el
proceso de desendeudamiento en moneda extranjera en curso, a un ritmo que resulte compatible con las necesidades de divisas de la economía y la estabilidad cambiaria. El marco establecido se enfoca sobre las empresas con vencimientos mensuales superiores a 1 millón de dólares, incorporará un período de gracia para el trámite de las renegociaciones con los acreedores y considerará la posibilidad de la cancelación de hasta el 40% de los vencimientos de capital, en línea con lo realizado por las principales empresas del sector privado».
Priorización de pymes para la prefinanciación de exportaciones
El BCRA también se propone «reducir la participación de grandes empresas en las líneas de financiamiento que las entidades financieras ofrecen para la prefinanciación de exportaciones. La iniciativa apunta a que aquellas grandes empresas con acceso a los mercados de crédito internacional, aprovechen las nuevas condiciones generadas por la normalización de la deuda soberana, liberando margen de financiaciones para el crédito local de pequeñas y medianas empresas exportadoras».
De no mediar nuevas medidas o situaciones particulares que seguramente se conocerán en el transcurso de las siguiente horas, este debería ser el panorama del mercado: todo seguirá más o menos como hasta ahora, con lo bueno y lo malo que esta frase representa.
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